Descripción enviada por el equipo del proyecto. Una casa burguesa de finales del s. XIX, abandonada por varias décadas, debería transformarse en cuatro unidades de vivienda idénticas con un jardín privado compartido. El proyecto se produjo dentro de un determinado número de limitaciones, buscando complejidad e interés dentro de la banalidad del programa.
Los espacios de estar se piensan siguiendo una sintaxis y gramática propias. Las cuatro salas son diferentes entre sí, compartiendo sin embargo, el mismo lenguaje, el mismo conjunto de figuras. Un número definido de elementos operan la construcción espacial: una pared recortada, una curva libre, dos puertas (una rosa y otra verde), una superficie lisa en el suelo de madera. Los espacios de estar son, antes de ser eso, una galería.
Por imposiciones municipales, la fachada de la calle se mantiene prácticamente inalterada. Los cerámicos desinteresados son sustituidos por un mármol verde pulido, contrastando con el aspecto roto de los bordes de granito. Un círculo de mármol blanco se agrega para equilibrar la composición.
La fachada del jardín es reconstruida, haciéndose más alta para ir con la escala de los vecinos, como una máscara o un templo. Manteniendo dos ventanas cuadradas como encuadres del interior, la superficie pulida ostenta un patrón fuerte de bandas verticales construidas con mármol blanco, negro y verde, creando una superficie compleja y rica, aunque completamente plana.
La puerta de entrada desaparece en el patrón y un círculo de bronce remata la composición. El patrón simula una nueva dimensión para el edificio, ocultando su escala y programa, siendo innecesariamente orgulloso y exuberante. El alzado es una pintura romántica para el interior de la cuadra, una especie de fachada principal para uso privado.